La tecnología es una gran aliada a la hora de enseñar a tocar un instrumento. La modalidad en línea hace posible un trato individual (profesor-alumno) y personalizado, las clases pueden planificarse de acuerdo al, nivel, edad e intereses musicales. El alumno tiene la oportunidad de aprender a su ritmo, recibir el material de estudio y la tarea por E-mail.
Es posible establecer una comunicación fluida y permanente entre profesor y alumno por los medios que dispongan, correo electrónico, celular, etc. Amigarse con la tecnología en forma responsable y poder hacer las cosas que nos gustan a pesar de estar transitando tiempos impensados y difíciles, es reconfortante y tranquilizador.
Las clases presenciales son importantes, pero si por alguna razón nos vemos imposibilitados de llevarlas a cabo, tenemos otra alternativa que nos permite dar continuidad a los programas de estudio. Es cierto que en materia de tecnología hay mucho para mejorar, mientras tanto hay que poner foco en lo que tenemos y sacarle el máximo provecho en beneficio de, en este caso las personas que desean aprender a tocar un instrumento.
Las clases en línea ya ganaron un lugar en la vida de muchos, llegaron para quedarse. Bienvenidas. Seguramente en poco tiempo las veremos compartiendo espacios con las presenciales. Todo, por alguna razón cambia, evoluciona, se transforma. Pero lo que nunca, nunca, vamos a dejar de hacer es: aprender y enseñar.